Salud

Aprende a comer sano


Aprende a comer sano sin dejar su comida favorita
Comer sano no es un imposible ni tiene que estar relacionado con sacrificarse y dejar de lado las comidas que más nos gustan. Se trata más bien de un ejercicio consciente en el que se logre un equilibrio entre una dieta balanceada que integre todos los macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) y los grupos alimentarios (verduras y frutas, cereales, carnes, lácteos, etc.) y poderse dar “gustos” de vez en cuando. Todo en su justa medida.

¿Qué debo evitar en mi alimentación diaria?
Hay ciertos alimentos que definitivamente son nocivos para la salud no sólo por aportar un gran número de calorías y contribuir con el aumento de peso sino porque incrementan los niveles de colesterol. Como vimos en otro artículo, las grasas trans que se encuentran en los aceites vegetales parcialmente hidrogenados, aumentan de manera importante el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Este tipo de grasas se encuentra en las mantequillas, las margarinas y los productos fritos.
Es aconsejable que cada vez que compre un producto procesado (por ejemplo, los snacks de paquetes, las comidas prefabricadas, las cremas para el café, etc.) revise en la etiqueta el porcentaje (%) de grasas trans que tiene; no se fíe si dice 0%, cerciórese revisando entre los componentes que no haya presencia de aceites parcialmente hidrogenados. Piense también que muchos de los alimentos empacados usted los puede hacer en casa evitando componentes nocivos para su salud y aportando esa sazón inigualable que tiene la comida casera. En lugar de comprar paquetes de papas, hágalas al horno y añádales un poco de orégano, o por ejemplo no compre las hamburguesas hechas, consiga carne molida sin grasa, adobe y al horno, le quedarán mejor que en cualquier restaurante.
Además, usted puede darle un sabor más exquisito a sus comidas si en lugar de mantequilla o margarina utiliza aceite de girasol, canola u oliva. No frite sus alimentos, hay muchas alternativas diferentes por ejemplo, una carne al horno, asada, al vapor, a la parrilla, en vez de carne frita.

¿Y qué pasa con los snacks? ¿Los debo abolir?
En varias oportunidades nos hemos referido a la necesidad de hacer cinco comidas al día, tres principales y dos refrigerios. Se aconseja que el refrigerio sea un yogurt, o unas galletas de soda con queso bajo en grasa, frutas, o barras de cereal, frutos secos, o verduras como zanahorias pequeñas, entre otros. Sin embargo somos conscientes de que para muchas personas es importante incluir un alimento de repostería, snacks en paquete u otro tipo de golosina. Si usted pertenece a este grupo le recomendamos:

  • Trate de eliminar poco a poco este tipo de snacks e intente reemplazarlos por comidas saludables. En las tiendas orgánicas y para vegetarianos ya hay miles de alimentos deliciosos que reemplazan sus antojos: galletas sin margarina y a base de cereales, brownies de algarrobo, etc.
  • Si no ha podido reemplazar sus snacks preferidos, trate al menos de consumirlos pocas veces a la semana, no más de dos y busque los más saludables (hay paquetes que no contienen grasas saturadas ni trans, elija estas opciones). Si desea algo de repostería, diríjase a una tienda de productos para diabéticos; allí encontrará productos de similar sabor a las panaderías corrientes pero realizados con ingredientes mucho más saludables. Ya existe también helado para diabéticos y sin grasa.
  • Si le gusta cocinar, realice sus propios refrigerios, mezcle sabores, arriésguese a probar cosas diferentes, por ejemplo manzana y una tira de queso, galletas de trigo integral con crema de maní, zanahorias y puré de garbanzos, palomitas de maíz reventadas por aire caliente (sin mantequilla) o yogur natural con fruta fresca.

Como ve hay opciones y son miles!!!! Haga un esfuerzo, piense en su salud y dese la oportunidad de innovar y probar sabores diferentes, seguro no se arrepentirá y su corazón estará más que agradecido.

Producido por Editorial Maldonado