Salud

Cómo integrar las verduras en la dieta de los niños


Todos hemos escuchado, una y otra vez, acerca de la importancia de una dieta nutritiva, saludable y balanceada. Sabemos en qué consiste y que se debe iniciar desde la niñez, pero ¿cómo hacer para que los niños adopten con agrado esa dieta ideal, que contiene entre otros elementos esenciales, las verduras?

Es necesario seguir una serie de estrategias para que las comidas no se conviertan en un campo de batalla, en el cual de un lado están los padres insistiendo para que el niño consuma una diversidad de alimentos y de otro, el niño que se resiste y siempre quiere el alimento que él ha seleccionado como preferido suyo.

¿Cuáles y por qué son importantes las estrategias?

En general, el niño aprende de los modelos que observa. En casa la dieta debe ser ideal y contener, entre otros componentes, las verduras u hortalizas de variado tipo como lechuga, repollo, pepino, brócoli, tomate, espárragos, etc.

Entonces, lo primero es el ejemplo: los padres deben consumir verduras para que los niños asimilen que es algo usual y normal.

El ejemplo comienza desde la compra de los alimentos en el mercado. Allí los padres les pueden enseñar a los niños que las verduras son buenas para la salud, por ejemplo, la espinaca para los músculos (acordarles de Popeye), otros vegetales por el contenido de calcio para los huesos y otros para tener un cabello saludable. Poco a poco los niños pueden ser introducidos en el tema de las vitaminas, minerales, antioxidantes y otros componentes de las verduras que son buenos para la salud.

En segundo lugar, es estimulante que los niños participen de la preparación de los alimentos, incluyendo las verduras. Si el sabor de la verdura es un problema, hay solución al agregarle salsas o soya, aceite de oliva o limón y es cuestión de imaginación, hacer la presentación llamativa. Los colores ayudan a hacer la comida más atractiva.

Las verduras pueden disfrazarse en tortas, purés o cacerolas o en rellenos (por ejemplo, pepinos rellenos) o en alimentos mixtos con verduras.

En tercer lugar, la presentación en el plato y en la mesa debe ser atractiva y variada. Como muchos niños llevan lonchera a la escuela o vienen a casa a comer con amigos, es importante que conozcan de boca de otros chicos que ellos consumen zanahoria, lechuga, apio, tomate, etc.

Es una mala estrategia forzar al niño a comer determinado alimento y obligarlo a limpiar el plato. La manera ideal de lograrlo es inductiva. Por ejemplo, si es la primera vez, una manera de lograr que coma algo es hacer que pruebe pequeñas porciones.

En pocas palabras, en lugar de pelear contra la corriente, con habilidad logre que el niño se embarque en la aventura del buen comer, comenzando con las verduras.

Producido por Editorial Maldonado