Salud

Equilibrio emocional


La felicidad se asocia a una vida satisfactoria en donde están presentes la salud física, los fuertes lazos familiares, la participación en relaciones sociales, los desafíos intelectuales y algún tipo de conexión espiritual; independientemente de la cantidad de dinero que una persona posea o la cantidad de bienes materiales que pueda obtener.

Es cierto que en la actualidad los desafíos para mantener un equilibrio emocional y dar un paso hacia esa felicidad son bastantes, pues en el diario vivir nos vemos enfrentados a duelos, divorcios, enfermedades, problemas legales, dificultades laborales, entre otros. No obstante, siempre podemos hacer algo para volver a nuestro objetivo de estar tranquilos y sentirnos en bienestar. El equilibrio emocional no lo da el evitar los problemas o el no tenerlos, sino el tener respuestas emocionales adecuadas ante las dificultades. Algunas recomendaciones para lograr el equilibrio emocional y mejorar la capacidad para recuperarse de la adversidad (resiliencia) son:        

  1. Realiza ejercicio

El ejercicio no sólo te ayuda con tu bienestar físico, sino que también contribuye a mantener tu peso y ofrecerte un espacio para que tu mente y espíritu se relajen.  Luego de realizar alguna actividad física, hay una descarga del estrés acumulado durante el día. Es más factible que una persona que se ejercita logre tener una mayor capacidad para resolver los problemas que una persona sedentaria.

  1. Cultiva tus amistades

Uno de los puntos que integran el equilibrio emocional son las buenas relaciones sociales. Es importante retomar las amistades de la infancia, del colegio, de la universidad y del trabajo. Llama a aquellos que son importantes para ti y que, por una u otra razón, principalmente por las ocupaciones del día a día, dejaste de lado y no volviste a contactar. Rodéate de personas alrededor que te brinden su confianza y cariño. El tener una buena red social puede hacer la diferencia entre encontrar una salida a los problemas o enredarse más en ellos.

  1. Fortalece los lazos familiares

La familia es una de las bases más sólidas para que las personas podamos lograr un buen equilibrio emocional. Aprovecha el tiempo con tu pareja, hijos, padres y hermanos; aprende de ellos y comunícales tus angustias y afanes. Muchas veces el hablar es suficiente para sentirte mejor. Acepta la familia que tienes y las diferentes relaciones con cada uno de sus integrantes.

  1. Vive en armonía con la naturaleza

Aprovecha el aire libre, sal de tu casa, escuela u oficina y entra en contacto con la naturaleza. Recarga energía caminando descalzo sobre el pasto, abrazando un árbol, haciendo un picnic en un parque o simplemente leyendo un buen libro en el parque, a la orilla de un lago, del río o del mar. Cuida de tu entorno y vive de manera armónica, esto te permitirá sentirte mejor y con más energía.   

  1. Acéptate a ti mismo y sé consciente de tus límites

Hay cosas que no podemos cambiar por más esfuerzo que le pongamos; aceptarlas y aprender a vivir con ellas es un gran paso para sentirnos en paz. No te quedes en la frustración y piensa en que toda situación tiene una solución. Ama cada parte de ti y no te juzgues ni permitas que otros lo hagan. Todos tenemos cualidades y defectos, simplemente preocúpate por ser la mejor versión de ti.  

  1. Escoge ser feliz

Busca hacer actividades que promuevan tu bienestar. Si tienes algún pasatiempo, ponlo en práctica y no permitas que el estrés de tus ocupaciones lo hagan a un lado. Date un gusto, son las pequeñas cosas las que más emocionan; una buena puesta de sol, un helado con tus hijos, la emoción que deja el haber visto una buena película o un café con tus amigos. No te olvides de ponerte como prioridad y darte espacios para ti.

  1. Toma un tiempo para reflexionar

Puedes realizar ejercicios de meditación o tomarte unos minutos al día para sentir tu respiración y poner la mente en blanco. Conectarte con tu interior te ayudará a valorar lo que tienes y plantearte objetivos y sueños a cumplir.

Por último, vive en el presente, no te adelantes a los hechos y tampoco te quedes atado a un pasado. Vive el día a día y agradece siempre lo que tienes, no pelees contra lo que te falta.

Producido por Editorial Maldonado