Salud

Insomnio, por qué ocurre y cómo prevenirlo


El insomnio es la dificultad para conciliar el sueño o la dificultad para permanecer dormido.

Las personas que sufren de insomnio duermen menos de 6 horas y duermen mal, lo que tiene repercusiones durante el día como fatiga y somnolencia o, peor aún, interferencia con el desempeño laboral o escolar, o accidentes vehiculares relacionados con el uso de maquinaria o de instrumentos. Todo lo anterior afecta la calidad de vida.

El insomnio también es el culpable de aumentar la irritabilidad, depresión o ansiedad y producir dolores de cabeza de tipo tensional, molestia digestiva (estomacal e intestinal) y preocupación por la falta de sueño.

Aproximadamente un 10% de la población sufre de insomnio crónico. La carencia de sueño no solamente altera el estado de salud a corto plazo, sino que es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades como la obesidad, la diabetes o la hipertensión arterial.

Cuánto debe dormir una persona

La cantidad de sueño suficiente y adecuada varía de persona a persona, pero en general hay rangos recomendados de acuerdo con la edad.

¿Cuáles son las causas del insomnio?

El insomnio se hace más frecuente con la edad, ya que en el adulto mayor hay cambios en los patrones de sueño, por ejemplo, el reposo durante el sueño es menor y así mismo la recuperación; el sueño se trastorna más fácilmente por factores como el ruido y hay tendencia a quedarse dormido más temprano y a despertar más temprano. Además, en los adultos mayores se presentan con más frecuencia enfermedades como artritis, dolor de espalda, depresión, crecimiento de la próstata y otros problemas de la parte baja del tracto urinario que aumentan la frecuencia urinaria en la noche y, por ende, los despertares. Algo similar sucede en las mujeres mayores con las oleadas de calor asociadas a la menopausia o en las embarazadas. 

También los ancianos consumen más medicamentos, algunos de los cuales pueden alterar el sueño.

Por su parte, en el niño o el adolescente los trastornos del sueño se deben más a los hábitos, pues estar pegados a las pantallas de TV, de computadores o celulares hace que se duerman más tarde de lo debido.

En ambos sexos y en todas las edades, el estrés laboral, familiar o ambiental juega un papel decisivo en el insomnio.

La vida sedentaria es un factor importante. Un programa adecuado de ejercicio regular favorece un mejor sueño. De igual manera, una dieta inadecuada y exagerada, por ejemplo, en la noche, con frecuencia altera el sueño, al igual que tomar café en la noche.

Otros factores que pueden afectar el sueño son el alcohol y el cigarrillo.

La siesta es una costumbre arraigada en países como el nuestro. Es una buena tradición, pero no debe exceder media hora, ya que puede interferir con el sueño en la noche.

Las condiciones ambientales del sitio donde se duerme pueden jugar un papel importante en el insomnio, por ejemplo, si la temperatura no es adecuada o si hay ruido en el entorno.

¿Cómo se puede prevenir el insomnio?

  • Programa el sueño de manera regular, evita las actividades estimulantes antes de buscar conciliar el sueño y duerme en un ambiente apropiado.
  • Elimina los pensamientos preocupantes que te mantienen despierto y no te angusties porque no pudiste dormir bien una noche.
  • Practica técnicas de relajación como el yoga con respiraciones profundas.
  • Evita estímulos, por ejemplo, luminosos (pantallas de TV o de computador) o ruidosos (teléfono cerca).
  • En último caso, si no puedes dormir es mejor levantarse e ir a leer o a realizar alguna tarea y regresar a la cama cuando haya mejorado el deseo de dormir. Es importante no forzarse a dormir.

Si aun siguiendo estas recomendaciones el insomnio no mejora, consulta a tu médico.

Producido por Editorial Maldonado